Está comprobado que ejercitarse con yoga no sólo trae beneficios físicos, además permite una mejor conexión con el espíritu y ayuda a tener una mayor y duradera paz mental. Por su parte, el masaje, además de la relajación corporal, también ayuda a sanar dolencias y hasta puede ser un efectivo para paliar algunas enfermedades.
Los monjes tailandeses, hace varios siglos, se dieron a la tarea de conciliar estas dos artes para fusionarla y lograr crear una maravillosa terapia curativa, que en conjunto generan un tratamiento exhaustivo que, además de aliviar la tensión muscular, mejora la circulación, refuerza el sistema inmunológico y equilibra la energía corporal.