El grupo de narraciones que componen esta obra puede ser visto como cuentos independientes, con estructura y autonomía propias, unidos por un fino hilo conductor apenas visto por el lector atento. Esta original construcción hace que la obra de Edmée Pardo no pueda ser clasificada como cuento o novela. Sus personajes obsesionados con los sueños, la soledad y el aislamiento, van desde adolescentes entrampados en el e-mail hasta una ejecutiva que asciende en una machista pirámide corporativa.